Cuando decido algo, tengo que hacerlo, y había decidido adecentar la habitación donde guardo todos mis trastos (por lo menos que se viese el sofá que hay al fondo...)
Como tenía cajas grandísimas de cartón de unos muebles que había comprado en Ikea (yo guardo todo pero no es síndrome de diógenes, ¿eh?) forré con una de ellas la antigua caja de materiales, creándole a la vez una tapa, tipo baúl, arcón o similar. Había guardado un viejo cinturón que mi hija iba a tirar pues ya imaginaba que le sacaría algún partido.
Lo corté a la mitad y lo pegué con silicona a la caja, calculando para que sirviese de cierre.
Bueno, el armazón estaba creado y era el momento de pensar cómo decorarlo.
No tenía pintura suficiente a mano (era domingo, es decir, ayer) y si esperaba para comprarla hoy se me irían las ganas de hacer nada... ¡me conozco demasiado bien! por lo que aproveché un poco de la pintura verde que uso para la escenografía y la mezclé con cola blanca, así mataba dos pájaros de un tiro, por un lado le quitaba el color feo del cartón y por otro le daba impermeabilidad y algo de consistencia a mi trabajo.
Como no cubría mucho, decidí aprovechar una tela que tenía (que no podía usar para mis trabajos, pues destiñe) y comencé a pegarla con cola blanca (como cuando se hacen esas cosillas con el papel de cocina y/o papel higiénico) al final decidí cubrirla por completo y rematarla con algunos trozos de otros estampados, como si fuesen parches... (al fin y al cabo, hago mucho trabajo de patchwork)
Estas son las fotos de las secuencias, más o menos:
Y éste es el resultado final:
Ahora tengo que hacer cajas pequeñas para meter ordenadamente todo en su interior |
No hay comentarios:
Publicar un comentario