Entregándoles un pequeño paquete de galletas decoradas, con el nombre y la fecha del día señalado, empaquetaditas en celofán y con su correspondiente etiqueta, podemos hacer inolvidable el día.
Los receptores de los obsequios pueden comerse alguna galleta (o todas) o dejarlas en la bolsa de recuerdo.
Salvo que dejen el paquete al sol (que perderán color) no se les van a estropear. Claro que yo me las comería y dejaría la etiqueta de recuerdo jejejeje (soy adicta al fondant).
Por poco dinero, se tiene un detalle diferente al habitual.
| modelo con galleta redonda | 
| Modelo con galleta cuadrada | 
| Dos formas diferentes de embolsar las galletas | 
 
 
 
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